top of page

LAM, mundo nuevo, arte nuevo.

Las vanguardias en Latinoamérica han sido blanco de múltiples críticas e incluso se ha dudado de su existencia, estos movimientos se tratan más como mutaciones o como producto de fuertes influencias de las vanguardias europeas en el territorio de Centroamérica y Suramérica. Sin embargo, Wilfredo Lam puede ser considerado como un precursor de las vanguardias en América. 

Wilfredo Óscar de la Concepción Lam y Castilla, su obra además de estar ligada con el cubismo, se encuentra permeada por todo un misticismo latinoamericano que conecta con la cultura africana. Para Mariana Gabriela Ríos (2002) Lic. en historia del arte de la UBA la diferencia entre Picasso y Lam radica en sus raíces “Picasso toma el elemento afro y lo trabaja en el cubismo como lo exótico. Sin embargo Lam toma lo africano para desarrollarlo desde lo propio.” Wilfredo nace en Sagua la Grande provincia de Cuba en 1902, su padre nació en Cantó, una ciudad al sur de la Republica Popular de China y su madre descendiente de africanos y españoles, nació en Cuba. Por eso muchos lo han considerado un “pintor sin tierra”.

Si se compara la obra de Wilfredo Lam con los cuadros de Pablo Picasso podemos reconocer varios puntos en común y no es gratuito, pues su amistad influenció su obra aportando el cubismo a su forma de representación. El cubismo, es una vanguardia europea donde se anula las idea renacentistas de la perspectiva lineal, de esta manera se logra demostrar múltiples caras de los objetos o cuerpos. Como las Señoritas de Avignon donde podemos ver un rostro de perfil y de frente el mismo tiempo.

Lam, W. (1943). La Jungla. Recuperado de:  https://susetsanchez.files.wordpress.com/2013/06/1943-la-jungla.jpg

A pesar de que sus pinturas pueden ser erróneamente catalogadas como cubistas, los colores y personajes presentes en ellas llenan de misticismo las piezas. Creando así un nuevo mundo donde la superposición de distintos puntos de profundidad pasa a un segundo plano y lo que envuelve a la obra en una coherencia temática es su contenido como se evidencia en La Jungla.

 

Carmen de Lucas Vallejo autora del diccionario de dudas, en una de sus intervenciones sobre el arte, dice (2016):“Lam afirma su estilo con el enriquecimiento de la cultura afrocubana y pintará más de un centenar de telas, entre ellas La Jungla, haciendo del año 1942, el más productivo de este período.”

 

Esta Obra de 1943 mide 239,4 x 229,9 centímetros y está producida con una técnica llamada aguada. Esta técnica permite generar transparencias en el lienzo al mezclar en distintas proporciones las tintas con agua o alcohol.

 

Los colores tienden al azul, hay tonos de verde y amarillo, también se pueden encontrar naranjas fuertes en elementos muy específicas, la mancha tiene mucho protagonismo y la superposición de capas permite crear volúmenes y profundidades. Las líneas en toda la composición ayudan a limitar los cuerpos. Sin embargo, la mezcla de lo humano, lo animal y lo vegetal es producto de las fronteras difusas entre los objetos. Entre un bosque de bambú se asoman personajes antropomorfos, al lado izquierdo, se encuentra un rostro alargado como de caballo con una nariz chata, un mentón puntiagudo y con dos cuernos que sobresalen de su cabeza, largos mechones de pelo que nacen desde los cachos cubren su espalda, su mirada está dirigida con asombro hacia la parte superior central del cuadro, su cuerpo desprovisto de torso está compuesto por una prominentes nalgas donde crece una larga cola y brotan unas cuantas hojas. Unas largas piernas que finalizan en unos pies aplanado con cuatro dedos. A su vez, entre sus piernas se asoma otro rostro con tres aparentes cuernos unos pómulos que sobre salen y un mentón partido del que crecen algunos pelos. Sus brazos se elevan apoyados en los palos de bambú y caña de azúcar que se elevan en el fondo. Junto a él, otro rostro  con forma de una hoja de machete observa hacia el espectador, una nariz recta, unos labios carnudos y un mentón parecido al péndulo de un reloj. En su frente hay dos hoyos con apariencia de ojos, de la parte posterior de la cabeza crece cabello fino. Este personaje tiene las rodillas flexionadas lo que hace parecer que este sentado, de su pecho cuelgan dos pequeñas tetas que miran hacia los costados de su dueño, adornadas con tres hojas que parecen crecer del seno derecho; un largo brazo cae desde lo alto de del personaje hasta el piso donde reposa una mano plana con cinco dedos.  Casi en el centro de la composición un personaje bajo, con dos picos en el parte superior de la cabeza y una nariz recta y bifurcada que lo asemeja a un gato, unos labios gruesos sostenidos por una barbilla partida provista de pelos tupidos. La criatura mira hacia al frente, su cabeza girada sin relación con su cuerpo que apunta hacia bosque de la parte del fondo,  sus brazos se elevan y con las muñecas dobladas dejan las palmas mirando hacia arriba. Sus pies planos, en cambio apuntan hacia atrás. En su espalda crecen dos pequeñas hojas y dos frutos circulares con forma de senos, en la parte baja de la espalda, una nalga redonda está acompañada de una cola de caballo que cae entre las piernas. Una última criatura aparece en el cuadro, un cuello alargado que se confunde con los troncos de bambú que hay en el fondo sostiene una cara con forma de media luna. Su cuerpo se extiende con la forma de un animal cuadrúpedo. Sin embargo solo consta de dos patas.    

 

Así mismo se ha vinculado su obra con el movimiento cultural brasileño de la antropofagia, caracterizado por absorber los modelos europeos, dando como resultado un arte nuevo, fresco, único y sobretodo originario de este lado del Atlántico. Es así como la presencia de cuerpos desproporcionados en las obras de Tarsila do Amaral contribuye a las representaciones de Wilfredo.

 

Posteriormente Lam participaría exponiendo en los Estados Unidos, en el Institute of Modern Art de Boston, en el MoMA de Nueva York y en la Galería Pierre Matisse, donde su obra La Jungla se presenta por primera vez causando escándalo.

 

 

Por otro lado, el contexto histórico que se estaba viviendo en todo el mundo y la Revolución Cubana de 1951, la crisis de los misiles y todo lo que implicaba la guerra fría hace que Lam sea un artista transicional. Adicionalmente, sus conexiones entre los continentes nutre su obra, pero no crea un cambio radical en su línea de trabajo, esto lo hace un artista constante durante su carrera.

 

La RAE (Real Academia Española) define la palabra abstraer como: “Separar por medio de una operación intelectual un rasgo o una cualidad de algo para analizarlos aisladamente o considerarlos en su pura esencia o noción.”          Pero la forma en como el artista aborda sus temáticas podrían ser denominadas como parte de una “abstracción emotiva”, donde las emociones y los sentimientos tienen un lugar primordial, como la nostalgia se desborda en los cuadros por la búsqueda de una identidad propia.        

 

A través de la obra de Lam, se logra evidenciar las vicisitudes de la configuración del arte modernista en América y Europa, desde la transición «de la Belle Epoque y las tempranas vanguardias,  abstracción-expresión»  hasta la investigación autónoma y la búsqueda de estilo personal. En esto, Lam destaca, pues la presencia del inconsciente baña sus obras.

 

El inconsciente es un componente de la mente en el que se almacenan los elementos aparentemente irrelevantes de nuestra vida cotidiana. No sabemos qué esos elementos están ahí hasta que se manifiestan sutilmente de diferentes maneras en nuestra vida. Las expresiones del inconsciente no necesariamente responden a una lógica racionalista con la que uno pueda entender el porqué de sus orígenes. Tampoco la razón de ser de los deseos y pulsiones que motivan al artista. En consecuencia, la comprensión del inconsciente es algo que se escapa de nuestro alcance, precisamente porque el inconsciente y el pensamiento racional funcionan en "lenguajes" distintos. Sin embargo, todo lo que se guarda en esas partes subconscientes hacen parte de la personalidad del individuo y no es diferente para Lam, la combinación de razas en la que él fue criado, orienta su pintura de manera transversal entre cuatro continentes, Europa, América, Asia y África. 

Lam, W. (1943). Le Sombre Malenbo, dieu du Carrefour

Le Sombre Malenbo, dieu du Carrefour (El sombrío Malembo, dios de la encrucijada) es un óleo sobre lienzo de 153 x 126,4 cm de 1943:

 

Los rostros de diferentes figuras se mezclan entre un fondo lleno de verdes, amarillos, morados, rosados, azules y un número sin fin de combinaciones. Estas criaturas comparten cuerpo, cara, piernas, cuello, incluso los ojos. Sin embargo no existe un espacio físico determinado dentro de la representación, algunos detalles nos dan pistas del cañaduzal borroso que se extiende en lo profundo del cuadro.

Por esta razón Lam puede ser catalogado como un artista ecléctico, puesto que toma elementos de los territorios que se vinculan a su origen, y así su obra cobra mayor sentido y se desprende de la vanguardia cubista. Se podría decir que la vanguardia lo acogió y lo guio pero se distancia en búsqueda del desarrollo individual de su pintura.

   

Por otro lado la creación artística en Latinoamérica se ha visto opacada por la constante comparación con el viejo continente e incluso con la parte norte de su territorio, donde es común escuchar sobre el Art-Pop, el expresionismo abstracto o el land-art todos con sus raíces en Estados Unidos o Europa. Pero se desconocen muchos de los fenómenos que estaban surgiendo paralelos a ellos. Algunos de estos han llegado a un punto cercano a su desaparición, pero desde que la disciplina de historia del arte ha buscado recuperar estos movimientos y estudiarlos más a fondo, artistas como Lam pasan del olvido a ser máximos expositores de lo que llamare “arte de origen”.

Wifredo Lam, “La Rumeur de la terre” (1950), Óleo sobre lienzo, Solomon R. Guggenheim Museum, New York, gift of Mr. and Mrs. Joseph Cantor, 1958 (courtesy Solomon R. Guggenheim Foundation/Art Resource, NY, distributed by RMN-GP © Adagp, Paris 2015) 

Esta pieza lúgubre donde el ritual, la santería y la cultura afrocubana convergen en formas agudas y esqueléticas representa una etapa mucho más madura del pintor, después de una búsqueda de identidad logra articular todo lo que lo atraviesa. Logrando así crear una nueva identidad, una nacionalidad que no está fundamentada en el territorio. Ortega y Gasset menciona en sus Meditaciones del Quijote, 1914 «Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo».

 

La búsqueda del “yo” ha sido siempre uno de los temas frecuentes en la filosofía y también una temática recurrente en el arte. En ambas disciplinas se a logrado abordar el “yo” desde diferentes enfoques de investigación y puntos de vista, eso es lo que la segmentación de cuerpos y territorios dentro de la obra de Wilfredo puede estar saltando a la vista, una forma de auto-reafirmación de su propio origen. Esa pulsión inconsciente del artista por reflejar lo que es, un artista sin tierra.

 

La obra de Lam. Entonces, muestra, a pesar de sus múltiples influencias un arte autóctono, un arte desde la raíz, donde la belleza de sus figuras resaltan lo místico de estas tierras que desde su descubrimiento han sido desangradas por sus concitadores. Es por eso que el arte de origen llega de forma tardía a legitimar las estructuras y las prácticas artísticas, además de rescatar a los artistas y sus obras, dándoles el reconocimiento que se merecen, como precursores de un nuevo arte en un nuevo mundo.

 

Finalmente, lo místico y ritual de la pintura de Lam, sumado con los conocimientos y técnicas de las vanguardias europeas consolidan un sistema de arte y un pensamiento artístico nuevo y diferente a lo que se planteaba desde el viejo continente.  Para los precursores de las vanguardias europeas puede que pase un poco desapercibido. Sin embargo, en el territorio de Centro América y de América del Sur, esa mistificación y la idea de la búsqueda de lo propio van a recorrer el territorio influenciando a muchos artista.

bottom of page